¿Cuál es el problema?

En la toma de decisiones políticas en materia educativa, como en las demás dimensiones relevantes de la vida social, es crucial esclarecer cuál es la cuestión que requiere ser atendida. Esto sería obvio a no ser porque, en muchas ocasiones, las acciones que se emprenden se orientan a modificar los síntomas del problema, dejando intacto el entuerto. Y esto, lejos de resolver el conflicto, suele agravarlo. Esto puede pasar, por ejemplo, en el asunto de la demanda por ingresar al nivel medio superior en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Cientos de miles de egresados de la secundaria —todos ellos con el certificado que acredita haberla cursado de manera satisfactoria— quieren continuar sus estudios. Tienen derecho. La oferta de espacios, sumando todos los lugares disponibles en la demarcación, es, digamos, suficiente. Si no intervinieran otras variables relevantes, la estrategia más adecuada sería elegir algún plantel que esté en las cercanías de la vivienda, o del sitio desde el que se desplazará