¿Cualquiera puede enseñar?

Sí. No hay duda: tome usted un objeto y muéstrelo a la primera persona que tenga a la vista. Dígale: ¡mira! y espere a que lo vea. Ya le enseñó, digamos, sus lentes. En eso no hay dificultad alguna. Pero si se entiende la pregunta en el sentido que quién sea, independientemente de su preparación, puede ser docente, entonces la respuesta es no, y rotundo. ¿Qué se ha de entender por una persona que tiene condiciones adecuadas para trabajar en la docencia? Andoni Garritz lo expresaba así: un buen maestro, una profesora valiosa, no es quien tiene el dominio total del contenido de su disciplina o especialidad (eso es ser erudito), sino la persona que tiene el dominio pedagógico del contenido establecido en los programas de estudio, esto es, del conocimiento que ha de proponer con creatividad e inteligencia para que otro lo haga suyo: eso es aprender. Ha de saber, sin duda, de una o varias disciplinas implicadas en su trabajo, pero ese saber tiene que estar enlazado, entretejido, con diversas estrategias didácticas