Cuando el miedo impide denunciar

La extorsión se ha convertido en uno de los delitos de mayor crecimiento en México. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, su incidencia va en aumento y presenta una de las cifras negras más alarmantes del país, con niveles de denuncia extraordinariamente bajos. Ya no se trata de hechos aislados ni de prácticas marginales, sino de un mecanismo sistemático de sometimiento que lacera la economía, silencia a las víctimas y debilita la autoridad del Estado. Mercados, empresas, servicios de transporte, comercios informales, ciudadanos comunes e incluso plataformas digitales operan bajo amenaza. Durante años, el marco legal vigente ha tratado la extorsión como un simple delito patrimonial, trasladando a las víctimas la responsabilidad de denunciar. Pero esa exigencia procesal ignora una verdad elemental: el miedo paraliza. ¿Cómo esperar que alguien que vive bajo amenaza se presente ante el Ministerio Público? El resultado ha sido una impunidad estructural, dis