¡Cuidado: es contagioso! Libertad bajo fuego

La libertad de expresión es un derecho constitucional que hoy se ejerce con miedo. Está garantizada en el papel, pero traicionada en los hechos, por lo que ejercerla es ya un acto de alto riesgo. Se dice que es un país libre, pero se vive bajo una lógica perversa: la crítica incomoda a los poderosos, y para ellos quien incomoda, estorba. Por eso se le expone, se le desacredita, se le espía. A veces, se le elimina. Y aun así, el discurso oficial insiste en que “nunca se había respetado tanto la libertad de expresión”. La censura ya no siempre se ejerce con balas; ahora se hace con narrativas: con campañas de desprestigio, linchamientos digitales, auditorías selectivas o asfixia presupuestal. La libertad de expresión en México no está garantizada, está en resistencia. Es defendida todos los días por reporteros que siguen saliendo a las calles, por medios que se niegan a convertirse en voceros y por organizaciones que documentan lo que el Estado no quiere ver. La censura en los regímenes autoritarios es predeci