De nuevo, la Universidad

Enrique Graue Wiechers, Rector de la UNAM, estableció su posición —con honradez intelectual y dignidad universitaria— en torno al tema del plagio de la tesis. Obviamente, esa posición no “pasará de noche” para el timonel de la República. Hace muchos años, el ilustre rector Ignacio Chávez, que algo sabía de las contiendas fraguadas desde el poder público contra la autonomía de la Universidad, dijo con buena memoria y certera visión: “la vida de la Universidad ha sido una lección permanente, reflejo fiel de la vida del país. Años de decadencia y agonía, seguidos de un despertar pujante, capaz de todas las realizaciones”. Hoy la Universidad, despierta y laboriosa, sigue su marcha y cultiva su grandeza. Lo hace en medio de adversidades, con el impulso de los universitarios y al servicio de la nación. Este viernes 20 de enero, el Rector convocó a una reunión en la Torre de la Rectoría --en el mismo mezzanine en el que los estudiantes de los años cincuenta tramitaron la inscripción a la Universidad-- para difundir