Debanhi, el fondo de la cisterna

El jueves, como muchas personas, me fui a dormir con la noticia de que, en un motel de Escobedo, Nuevo León, había aparecido un cuerpo en una cisterna y que faltaba comprobar si se trataba de Debanhi Escobar. También vi el video del desesperado padre gritando ¡Cuántas veces estuvieron aquí! Al despertar, leí la temida confirmación y compartí la rabia, la indignación, el coraje, la impotencia, la desesperanza y el estupor. En redes también leí los casos de otras mujeres en distintas partes del país encontradas muertas. Todas se suman a las cifras de la ignominia. Junto al caso de Debanhi, que jaló toda la atención, hay muchos otros menos visibles, pero igual de reales y dolorosos, sucediéndose como una fila que cae al vacío. ¿Cuántos de estos casos van a ser investigados a fondo? ¿Cuántos serán objeto del temido carpetazo? ¿Cuántas familias tomarán con investigaciones propias el papel del Estado? ¿Cuántos casos seguirán por el conocido camino de la impunidad? Repetimos los nombres de las víctimas, uno a uno