Delitos contra niñas y niños en máximos históricos

En semanas recientes hemos observado cómo los abrazos a los delincuentes y criminales empiezan a desvanecerse, pues desde Palacio Nacional ya no se refieren a ellos con respeto y como los “señores”. Aunque aún es temprano para dar por hecho que la estrategia de seguridad será más robusta, es justo señalar que en esta materia hay cambios. Lo que abre rendijas de esperanza para las niñas, niños y adolescentes, en lugar de a los criminales. Los homicidios en contra de niñas, niños y adolescentes, registran un máximo histórico; los feminicidios siguen creciendo; la cooptación del crimen organizado que han dado lugar a las niñas y niños “punteros” en diversos estados del país, y más recientemente, haciendo uso de las redes sociales y cambiando su identidad, los criminales entran a sus videojuegos o a las plataformas, que así se los permitan, para enganchar a menores de 18 años. Negar o voltear para otro lado solo garantiza más cadenas de muerte, de sufrimiento, destrucción y de una impunidad que hoy nos colocan