Disturbios en Hong Kong

El asalto al Consejo Legislativo (Legco) de Hong Kong por miles de manifestantes el lunes pasado confirma que el principio de “un país, dos sistemas” concedido por Beijing al enclave financiero y comercial enfrenta una profunda crisis, con repercusiones potenciales en Taiwán y China continental. Un mes de inconformidad alcanzó su clímax en el 22 aniversario del regreso de Hong Kong a la soberanía china, cuando los manifestantes, en su mayoría jóvenes y estudiantes que exigían el retiro total de la iniciativa de ley de extradición del gobierno local, ahora suspendida, atacaron la fachada de cristal del recinto parlamentario con arietes improvisados. Los activistas, que exigieron a las autoridades retirar por completo la propuesta en lugar de sólo suspenderla, ocuparon y vandalizaron el Legco en el distrito de Admiralty, lo que obligó a la policía antimotines a lanzar gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para desalojar la zona después de la media noche. En total 94 personas resultaron heridas, incluyendo 13 a