En México, los ríos contaminados, los bosques convertidos en pastizales y las montañas partidas por la minería no son accidentes ni hechos aislados. Son el reflejo de un fenómeno que hoy amenaza la vida misma y que se ha denominado: ecocidio. Se trata de la destrucción masiva de ecosistemas, resultado de acciones intencionales o de una negligencia sistemática. Muchas veces, detrás de estos procesos se encuentran proyectos extractivos y de “desarrollo” que colocan la ganancia económica por encima del bienestar de la naturaleza y de las comunidades que dependen de ella. En el país, el ecocidio no es una abstracción, tiene expresiones concretas que muchos organismos han documentando en distintas regiones del país. Los ríos y lagos se envenenan con descargas industriales y agroquímicos, como ocurre en el río Santiago, en Jalisco y Nayarit, o en la Presa Endhó, en Hidalgo, que recibe los desechos del Valle de México, mientras que los ingenios azucareros en Campeche han contaminado el río Hondo con derrames de mel
¿Ecocidio en México?
En México, los ríos contaminados, los bosques convertidos en pastizales y las montañas partidas por la minería no son accidentes ni hechos aislados. Son el reflejo de un fenómeno que hoy amenaza la vida misma y que se ha denominado: ecocidio. Se trata de la destrucción masiva de ecosistemas, resultado de acciones intencionales o de una negligencia sistemática. Muchas veces, detrás de estos procesos se encuentran proyectos extractivos y de “desarrollo” que colocan la ganancia económica por encima del bienestar de la naturaleza y de las comunidades que dependen de ella. En el país, el ecocidio no es una abstracción, tiene expresiones concretas que muchos organismos han documentando en distintas regiones del país. Los ríos y lagos se envenenan con descargas industriales y agroquímicos, como ocurre en el río Santiago, en Jalisco y Nayarit, o en la Presa Endhó, en Hidalgo, que recibe los desechos del Valle de México, mientras que los ingenios azucareros en Campeche han contaminado el río Hondo con derrames de mel