El deber de estar presentes

La pandemia orilló a aprovechar la tecnología para facilitar el trabajo desde casa. Ante la necesidad de seguir sesionando, el Congreso mexicano habilitó formas de participación y de votación que no exigían la presencia de los legisladores. La prioridad era minimizar contagios, y hubo una solución que permitió seguir con el trabajo sin arriesgar vidas, en una situación absolutamente inédita. Con la pandemia superada, varios sectores conservaron esquemas remotos o híbridos; también se mantuvo en el trabajo legislativo. Sin embargo, es tiempo de reconocer que ese esquema debe ser superado. Ante discusiones trascendentales que impactarán a las familias mexicanas, es necesario que el mandato ciudadano se materialice con el trabajo presencial de las y los legisladores. La responsabilidad de estos tiene dos componentes fundamentales: la redacción, discusión y votación de leyes que modifican la convivencia en el país, y el trabajo de contacto con la ciudadanía. Estas dos responsabilidades no son, ni deben ser, exc