El drama del Sistema de Justicia Penal

Uno de los mayores desafíos que enfrentamos como sociedad tiene que ver con los índices delictivos y la proliferación de la violencia. Por ello, es de primera importancia evaluar las herramientas con las que cuenta el Estado mexicano para hacer frente a este problema.  Hace una década, en junio de 2008, inició un profundo cambio en el sistema de justicia. La reforma penal introdujo un cambio de paradigma: la fórmula de presentar un caso al juez para que éste determine si se acredita o no el delito se complementó con la mediación entre la víctima y el responsable, con el fin de solucionar más pronto el conflicto penal a través de la reparación del daño. A pesar de algunos avances, ha resultado muy complicado consolidar la prevención del delito y disminuir los índices de criminalidad.  Uno de los retos del nuevo sistema de justicia penal ha sido la divergencia en los resultados de sus partes integrantes, como lo ha señalado el World Justice Project. Como se sabe, un “sistema” de justicia penal contiene un conju