El futuro, hoy

Cada inicio de año representa el comienzo de un nuevo ciclo. Nos invita a la reflexión, a imaginar potenciales escenarios, riesgos, posibilidades y planes. Algo en lo que he estado cavilando es la importancia que tiene la manera en que pensamos sobre el futuro, en lo individual y como sociedad. La visión del futuro y el rol que se pueda jugar en su construcción orienta las decisiones y acciones en el presente, creando así un círculo positivo o negativo que determina el futuro en sí. Una primera dimensión que distingue la expectativa del futuro es si se ve con miedo o con esperanza. Por un lado, se vive en la mejor época de la humanidad evaluada desde múltiples indicadores de bienestar, salud y económicos. Sin embargo, al mismo tiempo se está en medio de la peor pandemia en al menos un siglo. Estas condiciones macro son sólo el contexto en el que cada persona y cada comunidad imaginan y edifican su futuro. Y aquí hay una primera oportunidad, una decisión de perspectiva. La disposición activa de ver el futuro