El robo hormiga: daño a gran escala al comercio

El miércoles, Sergio "N", gerente de una tienda de autoservicio, hacía su recorrido por los pasillos cuando escuchó por altavoces la alerta de robo. Se trataba de cuatro mujeres robustas que pretendían llevarse mercancía, pero no estaban solas: las acompañaban ocho hombres que se distribuyeron en el estacionamiento y en la tienda para ayudarlas a salir. "Tuvimos que bajar las cortinas antimotín, para que no ingresaran más, porque eran como 12 personas en total. Varios de ellos le quitaron el tolete al guardia y comenzaron a golpearlo. A todos los trabajadores que se acercaban los golpeaban", recordó. Por una puerta salieron con la mercancía, rompieron la pluma del estacionamiento y dejaron al guardia con los brazos fracturados y heridas que tardaron casi un año en sanar. Ese fue uno de los robos más violentos que recuerda en una de las varias tiendas de autoservicio en las que ha trabajado a lo largo de su carrera en el sector del comercio. Sergio "N" afirma que todos los empleados de tienda conocen ya el mod