El ser humano como pandemia

En el mundo de las pandemias, las peores son producto del ser humano. Derivadas de sus acciones e inacciones, las conductas inadecuadas y con frecuencia irracionales de nuestra especie han producido innumerables problemas. A nivel global, se ha enfermado a la Tierra; en el mundo, las guerras han sido y son inmensas catástrofes; en la sociedad, las groseras diferencias económicas son irrespirables: 40 por ciento de la población pervive con menos de 120 pesos al día, y, a nivel individual, el mal uso de medicamentos ha contribuido a la muerte de cientos de miles de personas. La resistencia bacteriana a antibióticos es, y será, una pandemia imposible de controlar: un porcentaje considerable de las víctimas habitan en países pobres. La espiral es clara: la mediocre atención a la salud debido a la miseria impide utilizar antibióticos de segunda línea por costosos cuando han fallado los anteriores (más sencillos). Además, en naciones depauperadas, se tiene la pésima costumbre de prescribirlos en exceso, la mayoría