En favor de la lectura

Hace cuatro o cinco años, un amigo que vino a México en representación de una empresa francesa para participar en una reunión internacional de empresarios, me decía que no entendía por qué los mexicanos que intervenían, en su mayoría, leían sus ponencias, mientras en general los provenientes de otros países hablaban e intentaban convencer con datos puntuales, explicaban procesos e incluso desarrollaban propuestas, sin leer. Polemizaban con otros oradores, es decir, improvisando en torno a lo que habían escuchado, apoyándose en algunas ideas y experiencias a la vez que desarrollaban las propias. Recordé, en días pasados, aquella vieja discusión en que llegábamos a la conclusión de que aquellas disparidades tenían que ver con los sistemas educativos y de manera central con la lectura y la expresión oral y escrita. Todo aquello me lo recordó el impulso que ha dado a la oratoria Francisco Ealy Ortiz, a través del periódico El Universal, mediante la organización de concursos de oratoria, de intercambios internacio