Encrucijada eléctrica

Todavía bajo la emergencia sanitaria (o quizá al amparo de ésta), el gobierno López Obrador ha determinado sepultar partes esenciales de la reforma eléctrica de 2013, quizá la que más rápidos resultados trajo entre las ahora iniciativas impulsadas por la administración Peña Nieto. El “portazo” a las inversiones privadas, nacionales y extranjeras, en la generación y transmisión de electricidad, en especial la de origen limpio y renovable, consuma el avance paulatino pero firme de una visión ideológica que esgrimen la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Ambos operaron así un tema sensible para el Presidente, que lo marca desde antes de 1994, cuando como candidato a gobernador de su natal Tabasco llamó a no pagar los recibos de luz. La protesta de una veintena de países contra estas medidas, lo que incluye a Estados Unidos, Canadá y el bloque central de la Unión Europea, atraerá una dura