Enfocar la Seguridad

No hay sistema de justicia que pueda procesar 24 mil muertes violentas en un año. Ese es el número al que nos podemos acercar si la tendencia del primer trimestre se sostiene en el resto del año. El problema es enorme porque es circular: una muerte no esclarecida y no sancionada manda una señal de debilidad estatal que refuerza el ciclo de la violencia. Pero hay un efecto adicional. Asesinatos no esclarecidos nos mantienen en la ignorancia sobre el fenómeno de la violencia en el país. Cuando se nos pregunta cuáles son los precursores de tan altos niveles de violencia contestamos, convencidos, que son las actividades del crimen organizado. La verdad es que tenemos muchas conjeturas y pocas certezas. No hay manera de entender las dinámicas de la violencia si la abrumadora mayoría de homicidios queda sin investigarse.  Por eso levantar la eficacia de las instituciones de justicia penal, particularmente las de la procuración de justicia, resulta central para tratar de resolver la ola de violencia que viene de nu