Jugamos con las palabras, pero no alteramos los hechos. No queríamos hablar de los "colores" de un semáforo para advertir sobre la gravedad de la pandemia. Elusivos, nos referimos a emergencia o alarma. Finalmente, la realidad se impuso: millones de compatriotas estamos al rojo vivo. En todo navegamos entre olas altas y enfrentamos problemas de severidad extrema. Lo hacemos envueltos por la incertidumbre que ha oscurecido nuestro camino desde que se advirtió —entre reticencias y eufemismos— que se avecinaba una epidemia devastadora. En este tema, como en otros, vamos a tumbos. Angustiados por el Covid-19, nos desentendemos de otros males que nos asedian. Aquél y éstos se hallan en nuestra agenda, colmada de preocupaciones que reclaman decisiones lúcidas y eficaces. Si la salud de los mexicanos se encuentra comprometida, también lo está la salud de la República. Un caudillo obsesionado por concentrar en sus manos un poder omnímodo, parece resuelto a instalar un imperio que "durará mil años", para decirlo con l
Estado de emergencia
Jugamos con las palabras, pero no alteramos los hechos. No queríamos hablar de los "colores" de un semáforo para advertir sobre la gravedad de la pandemia. Elusivos, nos referimos a emergencia o alarma. Finalmente, la realidad se impuso: millones de compatriotas estamos al rojo vivo. En todo navegamos entre olas altas y enfrentamos problemas de severidad extrema. Lo hacemos envueltos por la incertidumbre que ha oscurecido nuestro camino desde que se advirtió —entre reticencias y eufemismos— que se avecinaba una epidemia devastadora. En este tema, como en otros, vamos a tumbos. Angustiados por el Covid-19, nos desentendemos de otros males que nos asedian. Aquél y éstos se hallan en nuestra agenda, colmada de preocupaciones que reclaman decisiones lúcidas y eficaces. Si la salud de los mexicanos se encuentra comprometida, también lo está la salud de la República. Un caudillo obsesionado por concentrar en sus manos un poder omnímodo, parece resuelto a instalar un imperio que "durará mil años", para decirlo con l