Estados Unidos y la pérdida de la decencia

El trato que se da a los indocumentados en Estados Unidos alcanza la condición de crisis humanitaria agravada por la persecución encarnizada de migrantes ilegales y niños inocentes que “infestan” ese país, a decir de su presidente. Con la instrucción de separar a los migrantes de sus hijos menores de edad para recluirlos y distribuir a los niños en campos de concentración, y enviarlos a “hogares sustitutos” las autoridades de Estados Unidos incurren en faltas graves contra la humanidad. La crueldad deliberada como política criminal de Estado y la práctica de violaciones a derechos humanos es un hecho sin precedentes recientes en la política estadounidense y una burla a las convenciones y tratados internacionales que protegen la dignidad humana. La administración republicana muestra abiertamente al mundo que está dispuesta a desafiar las más elementales nociones de decencia y dignidad que subyacen a la justicia y a la convivencia civilizada entre los seres humanos. Ha rebasado una frontera invisible para situa