Julia María del Carmen García González, magistrada de Circuito, en el Estado de México, del primer Tribunal Colegiado en materia administrativa, con 30 años de experiencia, externó que su cargo salió en la tómbola para la elección del 2025. Ante ello, destacó que están trivializando por completo lo que es la justicia y la profesión. “Está quitándole ese componente esencial que es la profesionalización de quienes nos debemos dedicar a estas labores. Está quitando toda esa experiencia de las personas que ya estamos aquí. Mucho se ha dicho que estamos peleando por privilegios indebidos y que únicamente queremos dinero, pero en realidad no es así”, destacó. Resaltó que están conscientes de la trascendencia que tiene el trabajo que hacen para la sociedad y desde luego afecta en los proyectos personales de vida que tienen. “Es un cúmulo de emociones, desde la tristeza, la impotencia, el coraje, la rabia, todo ello, el tema de cómo se prestan a hacer estas cosas, la incredulidad, de verdad no creíamos que llegáramos
Están trivializando la justicia: magistrada
Julia María del Carmen García González, magistrada de Circuito, en el Estado de México, del primer Tribunal Colegiado en materia administrativa, con 30 años de experiencia, externó que su cargo salió en la tómbola para la elección del 2025. Ante ello, destacó que están trivializando por completo lo que es la justicia y la profesión. “Está quitándole ese componente esencial que es la profesionalización de quienes nos debemos dedicar a estas labores. Está quitando toda esa experiencia de las personas que ya estamos aquí. Mucho se ha dicho que estamos peleando por privilegios indebidos y que únicamente queremos dinero, pero en realidad no es así”, destacó. Resaltó que están conscientes de la trascendencia que tiene el trabajo que hacen para la sociedad y desde luego afecta en los proyectos personales de vida que tienen. “Es un cúmulo de emociones, desde la tristeza, la impotencia, el coraje, la rabia, todo ello, el tema de cómo se prestan a hacer estas cosas, la incredulidad, de verdad no creíamos que llegáramos