Estancias infantiles

Es ya cotidianeidad hablar del presidente López Obrador y sus actuares. A diario se acumulan los decires de apoyos y rechazos. Más allá de los millones primigenios y las encuestas que quieren adivinar soportes o decrecimientos, unos niegan todo signo desalentador del proceso que miran imbatible y otros animan todo desvío suponiéndolo premonitorio. Nadie escapa a las conjeturas. Las líneas adquieren entidad. A fuerza de reiterarlas, pronto serán fronteras. Luego fortines. Cada cual, refugiándose en sus espacios y rodeándose de afines, deseará la derrota de quienes se van constituyendo en contrincantes. Pronto en adversarios. Los ejemplos son la información misma a diario producida. Cosa de buscar lo deseado. Hay anaqueles de productos. Están creados, etiquetados y disponibles. La variedad permite preguntarnos si más allá de muros y atrincheramientos, de identificaciones igualitarias y desprecios diferenciadores, existen posibles ámbitos a compartir. Algo sobre lo que, si no todos, muchos pudiéramos concurrir.