Florecen las sectas al cobijo de la incertidumbre

La pandemia ha acelerado el surgimiento de las sectas en todo el mundo, porque cualquier tiempo de crisis es un "caldo de cultivo" para los movimientos que juegan con el miedo y la debilidad de las personas. A pesar de que la aparición del covid-19 impuso varias restricciones como el confinamiento, que podrían afectar la actividad de los movimientos sectarios que necesitan un mínimo ambiente grupal, los expertos aseguran que la pandemia ha sido un factor positivo para estos grupos que han aprovechado las circunstancias adversas a favor de sus propios intereses. "Una visión superficial del fenómeno aparentaría que al no haber posibilidad de contacto directo y al establecerse el confinamiento y la falta de presencialidad, esto afectaría negativamente a las sectas. Pero no (...), han encontrado nuevas formas de proselitismo, con una población con más miedo, incertidumbre y desesperanza, lo que les permite ofrecerse como los que traen la salvación en estos momentos", señala Luis Santamaría del Río, teólogo y expert