Una vieja estrategia para combatir y debilitar a los cárteles del narcotráfico mexicano es la de congelar sus cuentas bancarias, decomisar sus ganancias económicas, especialmente en Estados Unidos. Muchos expertos lo han venido sugiriendo desde hace décadas; una estrategia que ya se ha usado con cierto éxito, “aunque ha faltado continuidad en mi opinión”, comenta el analista y abogado Jaime Ortiz, desde Texas. “No sé si por falta de información, de inteligencia o de qué, pero llama mucho la atención que ese tipo de golpes [contra los traficantes de drogas] no se conozcan más a fondo”. Actualmente, Estados Unidos cuenta con la llamada Ley Kingpin, patrocinada en 1999 por los congresistas Dianne Feinstein y Paul Coverdell. “La función de esta ley es quitar la posibilidad a los narcotraficantes extranjeros de hacer negocios [en territorio estadounidense], hacer transacciones y usar sus recursos económicos o, incluso, recursos materiales, como su casa o sus autos”, explica Ortiz. Esta ley está bajo la supervisión
Golpe a finanzas del narco, “camino más efectivo”
Una vieja estrategia para combatir y debilitar a los cárteles del narcotráfico mexicano es la de congelar sus cuentas bancarias, decomisar sus ganancias económicas, especialmente en Estados Unidos. Muchos expertos lo han venido sugiriendo desde hace décadas; una estrategia que ya se ha usado con cierto éxito, “aunque ha faltado continuidad en mi opinión”, comenta el analista y abogado Jaime Ortiz, desde Texas. “No sé si por falta de información, de inteligencia o de qué, pero llama mucho la atención que ese tipo de golpes [contra los traficantes de drogas] no se conozcan más a fondo”. Actualmente, Estados Unidos cuenta con la llamada Ley Kingpin, patrocinada en 1999 por los congresistas Dianne Feinstein y Paul Coverdell. “La función de esta ley es quitar la posibilidad a los narcotraficantes extranjeros de hacer negocios [en territorio estadounidense], hacer transacciones y usar sus recursos económicos o, incluso, recursos materiales, como su casa o sus autos”, explica Ortiz. Esta ley está bajo la supervisión