Gran desfase: ciencia veloz y política atroz

Los científicos nunca tuvieron dudas de que tendríamos una vacuna contra el covid-19. Y no se equivocaron. Muy pocos, sin embargo, pronosticaron que esa vacuna estaría disponible tan pronto. La experiencia histórica sugería que la vacuna tardaría años en desarrollarse y estar disponible a gran escala. Los científicos comenzaron a investigar el covid-19 en enero de 2020 y pronto estuvieron listos para iniciar la fase 3 de las pruebas clínicas que evalúan la efectividad de la vacuna en un gran número de personas. Lo normal es que cualquier medicamento o tratamiento tarde años en estar listo para las pruebas de la fase 3. En este caso, lo lograron en seis meses. Lo mismo está ocurriendo con el cambio climático y la revolución digital basada en la inteligencia artificial. Los expertos identifican correctamente las tendencias de los cambios, pero subestiman la velocidad con la que ocurren. Las nuevas tecnologías suelen tener consecuencias no anticipadas sobre la sociedad, la economía y la política. Y por supuesto