A una semana de las afectaciones por las lluvias, los habitantes de Álamo Temapache, Veracruz batallan para reponerse del peor desastre natural de los últimos 26 años, y algunos, como el profesor Armando Cruz, analizan vender su casa porque una tercera tragedia podría ser fatal para su familia. No lo ven fin al agua y lodo que continúan sacando de sus casas todavía inundadas, algunos con ayuda del Ejército, Marina y la Guardia Nacional (GN), pero no se rinden porque muchos de ellos consideran lo sucedido como una prueba que Dios les puso y otros por las consecuencias del cambio climático. De las 51 colonias de la cabecera municipal, 48 siguen “siniestradas”. Dania Mitzel Sánchez López, habitante de la colonia Gabino González, asegura que los alamenses están ya cansados de jalar tanto lodo, y no le ve fin. Maestra de primaria, acudió para conseguir gasas para curar a su mamá, quien se cortó un pie al tratar de rescatar un refrigerador de la inundación en su restaurante. Dania Mitzel señala que después de una s
Habitantes de Álamo siguen batallando tras las precipitaciones
A una semana de las afectaciones por las lluvias, los habitantes de Álamo Temapache, Veracruz batallan para reponerse del peor desastre natural de los últimos 26 años, y algunos, como el profesor Armando Cruz, analizan vender su casa porque una tercera tragedia podría ser fatal para su familia. No lo ven fin al agua y lodo que continúan sacando de sus casas todavía inundadas, algunos con ayuda del Ejército, Marina y la Guardia Nacional (GN), pero no se rinden porque muchos de ellos consideran lo sucedido como una prueba que Dios les puso y otros por las consecuencias del cambio climático. De las 51 colonias de la cabecera municipal, 48 siguen “siniestradas”. Dania Mitzel Sánchez López, habitante de la colonia Gabino González, asegura que los alamenses están ya cansados de jalar tanto lodo, y no le ve fin. Maestra de primaria, acudió para conseguir gasas para curar a su mamá, quien se cortó un pie al tratar de rescatar un refrigerador de la inundación en su restaurante. Dania Mitzel señala que después de una s