Hundimientos súbitos por sismos

Días después del terremoto que sacudió a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, Jorge Abraham Díaz Rodríguez, profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, observó que en algunos sitios había habido hundimientos súbitos anormales como consecuencia de la magnitud (8.1) de dicho movimiento telúrico, y los registró fotográficamente. Debido a que el conocimiento que se tenía en esa época no bastaba para explicar cabalmente esos hundimientos en suelos limo-arcillosos, los cuales sirven de asiento a buena parte de la capital del país, Díaz Rodríguez comenzó a estudiar a fondo este fenómeno. Así, planeó una serie de experimentos en laboratorio para simular el efecto de los sismos en muestras de suelos limo-arcillosos tomadas del parque Ramón López Velarde, ubicado frente al Centro Médico Nacional Siglo XXI, y de la Alameda Central. “Lo que comprobé es que los hundimientos súbitos sí se podían reproducir en laboratorio con un equipo diseñado y fabricado por mi grupo de investigación. Una