Incertidumbre en el rumbo educativo

Cuando no vemos con nitidez el rumbo por el que nos lleva un camino; si hay “polvo en el viento” de tal manera que el contorno de la calzada no se alcanza a ver del todo; en el caso que ante la pregunta sobre el proyecto que un gobierno tiene sobre algo importante la respuesta no sea precisa, estamos en los linderos de la duda: nos encontramos en el terreno de la incertidumbre. ¿Para dónde vamos? ¿Qué proponen? Es el caso del proyecto educativo de la administración actual. Luego de 5 meses entre las elecciones y la toma del poder, más 9 a cargo, ya, del poder ejecutivo, no sabemos, a ciencia cierta, cómo se conducirá el complejo proceso educativo que el país requiere si, como se anticipa, una transformación muy profunda está en marcha.  Sin duda hay cuestiones claras, que permiten atisbos de una dirección adecuada. Por ejemplo, en la iniciativa para reformar el artículo 3º de la Constitución, resulta muy positivo —y deriva de la resistencia incesante del magisterio— el abandono de la propuesta errónea que pos