Jóvenes indígenas, contra el matrimonio infantil

Florencia López es una indígena tseltal de Chiapas. Tenía seis años cuando escuchó que su tío le recriminaba a su padre por enviarla a la escuela. Le decía que “las mujeres sólo sirven para la cama”, algo que desde entonces ella no estaba de acuerdo. La mujer, quien actualmente tiene 34 años de edad, lucha por la equidad de género y por los derechos de los jóvenes indígenas en IDEAS Ch’ieltik A.C. Es una Organización No Gubernamental que trabaja en los municipios de Las Margaritas, San Pedro Chenalhó y San Juan Cancuc, donde la mayoría de la población pertenece a los pueblos originarios tseltal, tsotzil y tojolabal. Desde niña, “Florecita”, como es conocida, sufrió violencia de género porque su padre era alcohólico. “Yo veía cómo golpeaba a mi madre y llegué a pensar que si él muriera todos seríamos felices, pero teníamos un hermano que era igual de violento”, confiesa. Cuando cumplió 17 años, dos hombres mayores comenzaron a frecuentar su casa para desposarla, ella huyó de su hogar y se mudó con sus padrinos