Jóvenes sin trabajo: ¿problema o solución?

La percepción positiva sobre la economía se sustenta en la baja inflación, la solidez del tipo de cambio (el “super peso”) y la bajísima tasa de desocupación abierta de 2.5 %, entre varias razones. El dato de “(casi) cero desempleo” se ha vuelto incuestionable. Varios análisis económicos coinciden en que la escasez de personal es una restricción que frena el crecimiento económico. La paradoja es que la misma fuente de información muestra que hay al menos 6.7 millones de jóvenes sin trabajo (INEGI: ENOE 2024-I). Ya no estudian y la mayoría podrían trabajar: Casi 900 mil están en desocupación abierta, son jóvenes que están buscando trabajo. Además, hay más de dos millones de jóvenes disponibles, que desistieron de buscar trabajo, pero no tienen impedimento, reflejan la mala calidad de muchas ofertas de laborales, son parte del desempleo oculto. Finalmente, hay 3.7 millones de jóvenes que no están disponibles para trabajar, pues tienen obligaciones en el hogar, sin remuneración, el 92 % son mujeres. No buscan t