La arrogancia y la 4T

Vivimos un arranque de gobierno inédito; un presidente que cual pastor dominical dedica todas las mañanas a denunciar corruptelas, sin haber iniciado acción judicial contra ellas. Después de más de dos meses de gobierno, solo sabemos del inicio de una carpeta de investigación, pese a que existen cientos de señalamientos emanados directamente del presidente en sus conferencias matinales. Sus afirmaciones frecuentemente son rectificadas por él mismo, en cambios de rumbo y actitud inesperados. La mayoría de las veces asume una actitud moralina, condenando por igual conductas de expresidentes, secretarios de Estado, empresarios o funcionarios públicos. Cuando se ve acorralado por las interrogantes de la prensa, esgrime el argumento de que las actuaciones de los imputados fueron legales pero inmorales. Si fuera cierto lo que afirma, sólo contribuye a solapar la impunidad. Es el primer presidente en colocar la moral sobre el derecho, no obstante que la primera no posee el respaldo coactivo por parte del Estado, com