La austeridad, ¿un exceso?

Primero fue el plan de austeridad y un presupuesto para 2019 con amplios recortes, pero no fue suficiente. Luego vino otro recorte que llegó en forma de Memorándum el pasado 3 de mayo. Se habló de quitar los excesos y los abusos de la alta burocracia. El propio AMLO lo repite de forma permanente en la consigna de que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”. En principio suena muy republicano, incluso hasta juarista con eso de vivir en la “justa medianía”. El objetivo general resulta razonable y necesario en un país con tanta pobreza y desigualdad. Sin embargo, el exceso de austeridad se ha vuelto problemático y propicia un malestar en donde ya suenan alarmas. ¿El gobierno de AMLO comienza a traspasar fronteras en donde ya no se trata de quitar privilegios y grasa, sino el músculo de actividades que pueden impedir la buena marcha del país y generar consecuencias negativas? Ha sido muy polémica la Ley de Austeridad Republicana que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación. A esa ley se suman