La cuestión laboral en el centro del debate

La más sólida tradición de la dinámica capitalista es la reproducción ampliada de la derrota del trabajo, su menguada y menguante participación en el ingreso de las naciones, sean o no desarrolladas. Durante el programa neoliberal, esa disminución se ha hecho mucho más severa y se percibe como normalidad del presente y del porvenir imaginable. La populosa pobreza proletaria se vuelve a presentar como el castigo que, al reproducirse por impulsos primitivos, los pobres se autoaplican (Malthus dixit). Víctimas culpables y, en la llamada economía del conocimiento, del todo prescindibles. En el caso de México, la franja del ingreso nacional que ocupa la remuneración al factor trabajo se encuentra muy lejos del 46 % que alcanzó en 1976 y tiende a un considerable adelgazamiento, entre otras razones, por el crecimiento de la informalidad y su anémica productividad. Los empeños gubernamentales por honrar la definición constitucional del salario mínimo —sin duda, un paso en la dirección correcta— no tienen impacto sign