La  curva que no se aplana

Como todos los meses, el pasado 20 de mayo se publicaron los datos oficiales de incidencia delictiva relativos a las investigaciones iniciadas por las autoridades de procuración de justicia del país, datos que, en esta ocasión, son una fiel fotografía de la vida de nuestra sociedad en plan pandemia: mientras la mayor parte de personas se resguarda en casa, la delincuencia organizada sigue actuando impunemente. ¿Qué nos dicen los datos? Caen los robos, secuestro y extorsiones: el robo con violencia disminuye 38.36% comparado con abril 2019; el robo de vehículo 34.45%; el robo a casa habitación 47.08%; el robo a negocio 34.80%; el robo a transeúnte 55.80%; el secuestro 21.13% y la extorsión 22.18%. Ninguna novedad, dado que hay menos gente en las calles, menos actividades comerciales abiertas, las familias resguardadas, es menos probable cometer delitos que necesitan el hacinamiento de personas y vehículos para ser cometidos, que necesitan casas vacías o familias incomunicadas para poder consumarse. Difícil cre