La fortaleza de nuestra democracia

Se conjuró la inquietud que albergaban algunas personas sobre una posible inestabilidad a partir de las elecciones. La jornada electoral del domingo pasado transcurrió, en general, sin violencia (con la muy lamentable excepción de Puebla), y antes de la media noche supimos que había un claro ganador en la contienda presidencial; sus contrincantes, con generosidad y dignidad, así lo reconocieron. ¿Milagro, casualidad? Ninguna de las dos. Creo firmemente que se trata de una muestra de la fortaleza que hoy tiene nuestra democracia. Cierto es que había razones que fundamentaban el temor: el periodo electoral fue ríspido, violento y, en algunas regiones, sangriento. El informe de Etellek señala que entre el 7 de septiembre de 2017 y el pasado 26 de junio, se registraron 548 agresiones en contra de políticos y candidatos en el país, 132 de ellas asesinatos. Además, en mayo de este año se volvió a superar el máximo de homicidios dolosos con 2 mil 890 casos, un promedio de 93 asesinatos diarios. El tono crispado de l