“La Gobernadora de México”

Así llamaron los rarámuris, uno de los 71 pueblos indígenas reconocidos en el país, a la presidenta de la República en su visita del viernes pasado a la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua. Llegó hasta allá para reintegrar sus tierras a dos comunidades pertenecientes al Pueblo Tarahumara mediante sendos decretos donde se les reconocen su propiedad y posesión para el uso, disfrute y disposición de las mismas, de conformidad con sus sistemas normativos y en resarcimiento y restitución por los agravios cometidos en el pasado contra ellos: se trata de las comunidades de Guasachique con mil 485 hectáreas, y de Bosques de San Elías Repechique, con 693 hectáreas. Antes de entregar los respectivos decretos, a solicitud de la gobernante de Guachochi y mujer de conocimiento, la presidenta dio vueltas a un altar con tres cruces que representan la divinidad y se hincó con humildad y sin reparos. Con la ceremonia que se llevó a cabo, la presidenta de la República envió una clara señal a las fuerzas que se disputa