La gobernanza del caos

Los apagones han sido tema de preocupación y atención pública en días recientes. El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) anunció otro Estado Operativo de Alerta y explicó que esta situación atípica tiene origen en un desequilibrio de oferta y demanda energética. Se vive tiempos agudísimamente polarizados y esquizofrénicos en los que cualquier cosa suena a sabotaje, montaje o alguna suerte de juego sucio político en plena contienda electoral. Esta suposición se suma a otras de igual o mayor preocupación y calibre, como el agua contaminada en la Ciudad de México e incidentes de violencia hacia candidatas o líderes políticas. Climas sociales así enfatizan, al menos, dos cosas importantes: el sentimiento ciudadano de ser peones o carne de cañón en estratagemas políticas y lo complejo de gobernar en medio del caos. Primero, más allá de que se pueda seguir el hilo de cada historia y entender el origen de estos problemas públicos para determinar si se trata de acciones premeditadas y no errores o acciden