La Nueva Escuela Mexicana: ¿se está cumpliendo?

Dice Sabina que “no hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamás sucedió”. Inspirado en esa frase, consideran muchos especialistas que “no hay proyecto peor, que el que no cuenta con condiciones para lograrse”, y ese puede ser el caso de la Nueva Escuela Mexicana (NEM). Algunos sostienen que una experiencia escolar activa, en la que docentes, alumnos y directivos generen proyectos en que converjan distintas disciplinas y saberes, al abordar temas que interesen a quienes participan en ello, es muy buena. Tal estrategia supera, y mucho, a la educación tradicional que pretende, desde el aislamiento de asignaturas, generar aprendizajes significativos. Hay, a juicio de la mayoría de maestros y maestras, una mezcla de desconocimiento y confusión en torno a la NEM. Llegó de repente, desde arriba, sin tener tiempo ni elementos para comprender la magnitud del cambio en el paradigma pedagógico. Como siempre, expresaron, las autoridades educativas suponen que basta enunciar que las cosas cambiarán, para que cam