La puerta giratoria de la justicia

Como enviados por un rayo del Olimpo aparecieron Napoleón Gómez Urrutia y Elba Esther Gordillo. En coincidencia temporal, se producen el reblandecimiento de las acusaciones contra Javier Duarte y las disposiciones de una jueza que impiden perseguir al ex director de Pemex implicado en la trama Odebrecht. El caso César Duarte se ha hecho cada vez más raro en la prensa. Con esos dos pájaros de cuenta, suman 22 gobernadores con acusaciones o expedientes abiertos, más los que se acumulen en las próximas semanas de este interregno. La impunidad se asoma en todos estos ejemplos, y, por desgracia, son unos pocos entre miles. Han pasado décadas de discusión sobre los cambios al sistema de justicia; reformas constitucionales y legales van y vienen. La conclusión del público es que no ha habido cambio significativo y palpable en la voluntad política y en la capacidad institucional para que la justicia llegue a la gente ordinaria y se inhiban el crimen y la corrupción, se castigue a los culpables y se repararen los dañ