La Reforma Penal

La reforma al sistema penal se aprobó en 2008 para transformar nuestro descompuesto sistema en uno más justo, que garantizara los derechos de víctimas y acusados. Nos propusimos transitar de uno arbitrario y opaco, a uno más eficaz, que proporcionara justicia a un país hastiado por las altas tasas de impunidad. Apostamos por un sistema en el que se escuchara a las víctimas y se llamara a cuenta a los responsables de violar la ley penal, no a personas sin recursos que no pudieron defenderse o fueron torturados; un sistema donde no fuera la confesión del acusado el único sustento de la sentencia. El Gobierno Federal invirtió más de 4 mil millones de pesos a lo largo de 6 años en este proceso. Aún no se cumple un año de la entrada en vigor del sistema acusatorio en todo el país. El proceso de transición continúa. Entre otras dificultades, no terminan de consolidarse las prácticas que este nuevo sistema exige de policías y fiscales. Uno de las principales problemas para ello ha sido la implementación paralela de