La ruleta judicial

La renuncia de los cinco integrantes del Comité de Evaluación del Poder Judicial de la Federación marca un punto crítico en la elección de juzgadores. Su dimisión es resultado de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de transferir al Senado la facultad de decidir qué aspirantes pasarán al sorteo, sustituyendo el trabajo que hasta ahora realizaba. Lo que debería ser un proceso riguroso para garantizar la selección de los mejores perfiles en uno de los pilares fundamentales de la democracia, hoy se reduce a un mecanismo de azar que podría bien aplicarse en una feria de pueblo. Ya ni siquiera habrá un examen de dos preguntas como el que aplicaron los comités de evaluación del Poder Legislativo y Ejecutivo, que por lo menos ponían a prueba la preparación mínima de los aspirantes. En el caso del Poder Judicial, ni eso: cualquiera que se haya inscrito y cumplido con los requisitos de forma, tendrá posibilidades de ser elegido. En un intento por rescatar el proceso, la ministra Marg