La solución es votar

Estos últimos meses hemos conocido discursos con promesas para garantizar derechos humanos, así como para mejorar nuestras condiciones de vida. Los candidatos han expuesto las ideas del país que quieren alcanzar y cómo pretenden llegar a él. Este es, quizás, uno de los principales activos de las campañas: miles de personas pensando soluciones creativas para resolver problemas públicos. Frente a cada diagnóstico, un abanico amplio de posibles soluciones. Pero esta etapa llegó a su fin. Estamos ahora un periodo muy corto —la veda electoral— cuya finalidad es que los ciudadanos cuenten con un espacio para pensar el sentido de su voto. Lo primero que debemos pensar es el potencial que tiene el sufragio como agente de cambio. El voto es el instrumento más efectivo que tenemos para mejorar las condiciones de vida. Ningún país resuelve sus problemas a partir de la indiferencia o la apatía. Los desafíos públicos se combaten con participación ciudadana, y ésta mientras más informada, mejor. Las campañas nos dotaron de