La vacuna

Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, la principal causa de muerte han sido las enfermedades infecciosas, que nunca han distinguido entre clases sociales, color de piel o cualquier condición. Por ejemplo, en 1836, quien era el hombre más acaudalado del mundo, Nathan Mayer Rothschild, murió de un absceso infectado, y James K. Polk, presidente estadounidense, falleció de cólera tres meses después de dejar el cargo en 1849. Y aunque desde finales del siglo XVIII la vacunación fue introducida al mundo médico mediante el descubrimiento de Edward Jenner, en 1796, de la vacuna contra la viruela, fue hasta el siglo XX cuando comenzó a salvar vidas de manera masiva. Evaluemos dos ejemplos significativos. En 1952, se obtuvo la vacuna contra la poliomielitis, y en 1954, contra el sarampión. En cada uno de estos casos, hubo una distancia considerable entre la aparición de las enfermedades, el hallazgo de las vacunas, su aprobación y su aplicación masiva. La vacuna contra la poliomielitis se aprobó tres