Legado revolucionario

Hace 106 años, Francisco I. Madero inició la Revolución Mexicana para derrocar al régimen dictatorial de Porfirio Díaz, quien se había perpetuado en la Presidencia de la República por más de tres décadas, con los excesos y vicios de un sistema que no tenía contrapesos ni límites para frenar y castigar el abuso del poder. Había una Constitución, pero era letra muerta. La lucha de Madero fue por la democracia electoral esencialmente, por el respeto al voto ciudadano, y también para que se estableciera una nueva restricción en la elección de los futuros presidentes: La no reelección, para evitar las experiencias previas que dejaron en el siglo XIX, Santana y el mismo Díaz. Al movimiento de Madero se unieron otros liderazgos políticos regionales que estuvieron influenciados por el pensamiento de la social democracia europea y los llamados anarquistas mexicanos, como fue el caso de los hermanos Flores Magón, quienes señalaban severamente la tremenda injusticia social de aquel momento, ante lo cual y por medio de l