¿Lingotes de oro o cacahuates?

La captura de Emilio Lozoya podría rendir los siguientes frutos: 1) Un gran distractor frente al desgobierno sanitario y económico; 2) un poderoso instrumento político-electoral para golpear a opositores diversos y sus partidos, de cara al 2021; 3) un precedente importante para reducir estructuralmente la corrupción y la impunidad; un maxi-proceso. El tercer propósito (lingotes de oro, como decía Francisco Barrio, secretario de la Contraloría con Vicente Fox), es el que le vendría bien a la ciudadanía en general y al país en su conjunto, pero Amlo podría poner mayor énfasis en los dos primeros (los cacahuates). Si queda en eso, volveremos al viejo esquema según el cual lo importante era una ganancia política e inmediatista, pero no construía prevenciones eficaces para el futuro. Así ocurrió durante los gobiernos priístas y panistas con los resultados a la vista; no sirvieron para mucho, más allá de legitimar al presidente en turno por algún tiempo. En esa lógica se inscribieron los procesos a Jorge Díaz Serra