Lo que no se puede permitir

México está en la antesala de elegir a su primera Presidenta de la República. Las encuestas indican una alta probabilidad de que las fuerzas políticas más competitivas elegirán mujeres como sus candidatas para representarles en la boleta presidencial. Sin duda, esto escribiría una nueva página en la historia de México y en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. A esta buena noticia es importante añadir los logros obtenidos, a lo largo y ancho de todo el sistema institucional, en materia de acceso de las mujeres a la toma relevante de decisiones. Por un lado, la eficacia de las cuotas de género plasmadas en el texto Constitucional se ha traducido en un Poder Legislativo con paridad en las dos últimas legislaturas y, con el cuarto lugar mundial por el porcentaje de mujeres en la integración de las Cámaras. Por el otro, es la primera vez en la historia que el Poder Judicial de la Federación también es presidido por una mujer. Si bien la mayor presencia de las mujeres en el ejercicio del poder público