Lo que viene

La jurisdicción nacional se ha transformado desde la entrada en vigor de la Constitución de 1917. En esos cien años ha habido diversos ciclos para tratar de reordenar tal función jurídica. Por ejemplo, en las décadas siguientes a la entrada en vigor de la Constitución se emitieron las leyes mediante las cuales habrían de regirse los procesos; años después se inició la creación de órganos que, colocados fuera de los poderes judiciales, buscaban resolver diversos conflictos; más recientemente se han generado las condiciones normativas encaminadas a otorgar mayor autonomía e independencia a tribunales y juzgadores, o a gestionar la administración de la justicia por órganos no judiciales. En este momento estamos comenzando un ciclo que, por no estar advertido, está provocando críticas aisladas, confusiones e inadecuadas previsiones. Con motivo de la reforma constitucional de 2008, en el país comenzamos a hablar de la oralidad penal. De un modo de conocer la probable comisión de los delitos en procesos en los que