Los jóvenes de Parkland

El agua no se puede estar quieta, y un día rebasa su nivel y se desborda. Puede tomar tiempo, de hecho, tomó mucho tiempo en que hubiera una reacción colectiva en contra de los tiroteos escolares. Fueron las diecisiete muertes gratuitas en la escuela Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, bajo la ráfaga del ex estudiante Nikolas Cruz, las que cimbraron a una comunidad escolar y con ello a la sociedad estadounidense. Masacre escolar tras masacre escolar, la discusión sobre la facilidad para obtener armas en Estados Unidos salía a colación, pero también se apagaba ante la airosa defensa al derecho de portarlas, no sólo de Asociación Nacional del Rifle (NRA) sino de un amplio sector que las apapacha como extensión de sus personas. Ni el documental de Michael Moore después del doloroso tiroteo Columbine, con la audaz manera de obtener los argumentos de quienes defienden la posesión de armas, logró trastocar las leyes para venta y posesión de armas. Los jóvenes en cambio, agredidos por la muerte de sus co