En el Día de los Presidentes cientos de manifestantes se apostaron en la alcaldía de Los Ángeles para lanzar la consigna “No es mi presidente” y criticar la administración del presidente Donald Trump. A pesar de una esporádica llovizna, los participantes se apostaron primero en las escalinatas y luego en el Gran Park contiguo a la alcaldía para cantar, bailar y protestar en contra de la actual administración federal, al igual que en otras 20 ciudades. “Yo vine aquí para hablar a nombre de todos los mexicanos, de mis padres y de toda la gente que no pudo venir. Exigimos respeto y que se nos dé el respeto que nos merecemos”, señaló Janet de 20 años, quien nació en Estados Unidos. “Mi mamá es de Michoacán y mi papá de Sinaloa y aunque él no tiene miedo, yo sí tengo mucho temor por lo que les pueda a pasar a mis padres y a los papás de mis amigos y por eso vine a gritar por ellos”, declaró. En la protesta no solo había inmigrantes mexicanos y latinos, sino anglosajones y afroamericanos, unidos para exigir un alto
Manifestantes critican al presidente Trump
En el Día de los Presidentes cientos de manifestantes se apostaron en la alcaldía de Los Ángeles para lanzar la consigna “No es mi presidente” y criticar la administración del presidente Donald Trump. A pesar de una esporádica llovizna, los participantes se apostaron primero en las escalinatas y luego en el Gran Park contiguo a la alcaldía para cantar, bailar y protestar en contra de la actual administración federal, al igual que en otras 20 ciudades. “Yo vine aquí para hablar a nombre de todos los mexicanos, de mis padres y de toda la gente que no pudo venir. Exigimos respeto y que se nos dé el respeto que nos merecemos”, señaló Janet de 20 años, quien nació en Estados Unidos. “Mi mamá es de Michoacán y mi papá de Sinaloa y aunque él no tiene miedo, yo sí tengo mucho temor por lo que les pueda a pasar a mis padres y a los papás de mis amigos y por eso vine a gritar por ellos”, declaró. En la protesta no solo había inmigrantes mexicanos y latinos, sino anglosajones y afroamericanos, unidos para exigir un alto