Menores agresores, otro rostro de la violencia

Un caso ocurrido en Colombia el 24 de julio exhibió la crudeza del fenómeno de las violaciones sexuales perpetradas por menores. En una ceremonia siniestra, un niño de siete años fue abusado sexualmente por seis menores —de siete a 15 años— en una cancha de futbol en Medellín, capital del noroccidental departamento colombiano de Antioquia. Ansioso de jugar balompié, el pequeño accedió a practicarles sexo oral a los seis, pero luego de cumplir con ese paso, los de 11 y de 12 decidieron violarlo. Temerosa por represalias de los padres de los abusadores, la madre del infante agredido contó a medios colombianos de prensa que “el requisito era que para jugar futbol tenía que hacerles sexo oral a los seis menores. El niño mío es indefenso, es súper humilde, no hay explicación”. “No quedaron contentos con eso y los de 11 y 12 años lo violaron”, narró, al confirmar que recibió amenazas de los progenitores de los atacantes en un fallido intento por silenciarla. Pese al deseo de la familia agredida por lograr justicia,