Mitología histórica

Hemos conmemorado los 200 años de lo que se denominó “la consumación de nuestra independencia”. Sin embargo, nuestra historia adquiere nuevos significados cuando se le da un contexto político y tiene repercusiones dentro y fuera de México. Vivimos hoy un revisionismo maniqueo que nos exhibe globalmente como un país dolido y atrapado en sus traumas del pasado, lo cual lejos de enaltecernos, nos ridiculiza, pues nos hace blanco de ironías, como las del expresidente Aznar, de España. Esta actitud reivindicatoria poco abona políticamente al gobierno del presidente López Obrador, en un país donde el presente es un reto a la sobrevivencia para un gran porcentaje de los mexicanos, que cada día deben resolver apremiantes carencias económicas y una creciente inseguridad. Cuando el presente lastima y duele, es ocioso pretender revivir rencillas del pasado. Todo se origina en la narración de nuestra historia con base en héroes y villanos, patriotas y traidores, lo cual permite la manipulación de las emociones para fines